Se debe estar ciego o muy encoñado para no ver lo que está sucediendo. La protesta popular de hoy es un grito ante la desesperanza que significa el continuado y descarado asalto al Estado, esta vez agravado por la desfachatez y total cinismo que muestra el gobierno en su actuar.

Fotografía de Fernando Chuy
El grito de una sociedad cansada ante tanto abuso
¿Se justifica la quema del congreso? NO en mayúsculas. De ninguna manera. Sin embargo, como se llega al punto que la gente esté dispuesta a este tipo de actos vandálicos aun sabiendo que los sistemas de inteligencia actuales fácilmente darán con los responsables.
Desesperación. Pandemia, huracanes, pérdida de empleo y ahorros, enfermedad común sin atender, etc. Esa es la realidad del guatemalteco. ¿Y la realidad de los diputados? Pues 100 mil morlacos por voto. 110 honorables desconocidos hoy convertidos en millonarios. Y para nada discretos. Echándonos en cara los relojes de 250 mil y los Maserati. Choleros cualquieras, pero con pisto.
¿Y qué del Ejecutivo? Pues bien gracias. 135 millones perdidos en el ministerio de Comunicaciones y ni siquiera se inmutaron, allí sigue el ministro, con 5 mil millones de aumento al presupuesto del ministerio, para que no digan que 135 millones son mucho, veremos otras tamaletas llenas de pisto abandonadas en algún otro condominio de lujo.
Me pregunto ¿los policías no son pueblo? ¿ellos no padecen hambre? ¿Cómo puede un policía atacar a una familia desarmada y en pacifica protesta? No tiene justificación lanzar gas lacrimógeno a familias enteras desarmadas y en paz.
No tiene nombre lo hecho.