Afueras de Rayuela, ciudad de Guatemala. Fotografía de Fernando Chuy

Basándonos en el monitoreo de los indicadores que hacemos desde el Observatorio de Derechos de la Niñez -ODN- de CIPRODENI, partimos de las violencias que se ejercen en contra de la niñez y adolescencia, muertes violentas y lesiones compatibles con maltrato, en donde las primeras afectan más a los adolescentes, en tanto que las segundas están generalmente dirigidas hacia las niñas y las adolescentes, estas se han incrementado durante el período de cuarentena.

Por otro lado, debemos hacer hincapié en la falsa percepción que había sobre el comportamiento de la pandemia, cuando se decía que la misma no afectaría a la niñez y adolescencia, por ser un virus que se concentraría en personas de la tercera edad, lo que ha quedado ha demostrado que no es así. Dadas las condiciones de desnutrición crónica y aguda, como de insalubridad del país, era evidente que sí les iba a afectar.

Se ha puesto en evidencia la tardía respuesta del Gobierno de Guatemala en atender la pandemia, también en cómo invisibiliza a las niñas, niños y adolescentes: los casos registrados en el país, del 28 de abril al 12 día doce de este mes se han incrementado en 146%. El12 de mayo se habían registrado 98 casos, afectando tanto a la primera infancia, la niñez y la adolescencia.

El sistema de salud no está preparado para recibir a todas las niñas, niños y adolescentes cuando den positivo a coronavirus. Sin mencionar que el hambre, la pobreza y la pobreza extrema afectarán sin precedentes.

Desde la postura gubernamental, resulta fácil despotricar estando solo frente a una cámara, sin opinión pública que interpele, cuestione o demande explicaciones e información real. Es muy cómodo pedir que no se salga a las calles, cuando tienes casa, comida, cama e ingresos asegurados. Pero cuando la vida depende de la sobrevivencia, cuando no hay certeza de un mañana, cuando ni siquiera hay comida para uno ni para los suyos, entonces la realidad es más cruenta. La postura oficial de trasladar la responsabilidad de la vida o la muerte a las personas, cuando el Gobierno no fue capaz de asumir desde el inicio la pandemia, un verdadero plan de contingencia, es una irresponsabilidad, así como una entera desfachatez actuar de esa manera.

¿Cuál es nuestra propuesta?

Para afrontar la crisis que está generando el Covid-19 en el país, nuestra propuesta es la creación urgente de entornos protectores de niñez y adolescencia en cinco ejes de trabajo: i) atención en salud por medio de la aplicación masiva de pruebas para confirmar o descartar casos positivos, así mismo atención psicoterapéutica a los efectos producidos por el confinamiento; ii) alimentación por medio de la reactivación de la economía local y comunitaria; iii) un modelo alternativo de educación a distancia para todas y todos las niñas, niños y adolescentes, con acompañamiento a las madres y padres de familia; iv) protección integral contra toda forma de violencia que se ejerza en contra de la niñez y la adolescencia; finalmente v) información confiable, veraz y creíble dirigida en lenguaje comprensible para las chicas y los chicos.

Cuando se presentan los datos oficiales en forma diaria, siempre se pasan rápidamente, sin detenerse, sin darle la dimensión humana detrás del número, incluso ahora se ha expresado “dejar los datos de último”, pero no es la cantidad por sí misma la que se deja al final, es que se están dejando de lado a las personas y con ellas, son las niñas, niños y adolescentes quienes ni siquiera aparecen en la rendición de cuentas de personas afectadas por el coronavirus.

Habiendo iniciado la fase más complicada de la pandemia, es urgente la atención especializada de la niñez y adolescencia, no se debe olvidar que nos referimos a cuando menos la mitad de la población nacional.

¿Si las niñas, niños y adolescentes no hacen parte de las prioridades del Estado, entonces qué lo es?