SIN TAPUJOS

“No creo que haya alguien que pueda decir que tiene la verdad absoluta, pero sí creo que cada uno de nosotros tenemos el derecho de decir nuestra propia verdad”.

Manuel Colom Argueta.

El miércoles 22 de marzo se cumplen 44 años del vil atentado que cegó la vida de Manuel Colom Argueta.

Colom Argueta se graduó de abogado y notario en 1957. Se le concedió una beca para continuar sus estudios en Florencia, Italia, que culminó en 1960.

 

En 1961, fue uno de los fundadores del comité pro formación del partido político Unidad Revolucionaria Democrática (URD), que lideró la oposición al gobierno del General Miguel Ydígoras Fuentes y, luego al del Coronel Enrique Peralta Azurdia. El 25 de enero de 1963, Colom y otros dirigentes fueron detenidos y forzados al exilio en El Salvador, donde trabajó en la Universidad de El Salvador. Al año siguiente, retornó a Florencia, Italia, para estudiar Planificación Urbana.

El 13 de noviembre de 1960, jóvenes militares subalternos se alzaron con el propósito de derrocar al gobierno corrupto de Miguel Ydígoras Fuentes, dando inicio a la Guerra Civil de Guatemala. En la primavera de 1962, ya en plena actividad de la lucha armada guerrillera, se acordó un diálogo directo con los líderes militares que comandaban la guerrilla; los comandantes del Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre (MR-13), Luis Turcios Lima y Marco Antonio Yon Sosa, y los miembros de la URD, Manuel Colom Argueta, Adolfo Mijangos López, y Américo Cifuentes Rivas, se reunieron con el objetivo de conocer, debatir y decidir la propuesta de los comandantes guerrilleros de que la organización política URD, se incorporara a la lucha armada. ​Se debatió durante más de cinco horas. La respuesta de los dirigentes civiles y profesionales universitarios fue de que no se consideraba viable el camino de la revolución armada para resolver los problemas nacionales, que los componentes de la URD se encaminarían por las vías institucionales, jurídicas y cívicas para asumir el poder sin derramamiento de sangre de ningún guatemalteco.​

En 1970, la Unidad Revolucionaria Democrática (URD), inscrita como comité cívico, propuso a Manuel Colom como candidato a alcalde de Ciudad de Guatemala, y ganó las elecciones. La presidencia de la república fue ganada por el coronel Carlos Arana Osorio, postulado por partidos de extrema derecha.​ A Colom Argueta le tocó sortear una serie de obstáculos que le fue poniendo la autocracia de Arana Osorio y el partido Movimiento de Liberación Nacional (MLN).

Al hacerse cargo de la administración de la ciudad de Guatemala, el 15 de junio de 1970, Colom Argueta enfrentó el primer obstáculo de la ausencia de planificación, de un sistema de programación de mediano y largo plazo, y en general, de un programa de desarrollo metropolitano. Las obras se realizaban en una forma aislada, ausentes de una política urbana global, que provocó, algunas veces, aciertos y, otros graves desaciertos como congestionamiento de tránsito, el mercado de la Terminal inmediatamente insuficiente para permitir, controlar y ordenar el mayoreo y en términos amplios, una peligrosa crisis de servicios urbanos.

Es importante señalar que Colom Argueta se enfrentó continuamente al gobierno central de Arana Osorio, pero a pesar de ello, logró sacar adelante sus proyectos, debido a su habilidad política, a su equipo de trabajo y a un concejo municipal en el que incluso los concejales de oposición al ver la honestidad, capacidad, tenacidad y liderazgo de Colom Argueta se unieron junto al equipo de trabajo sin ver posiciones ideológicas, excepto el concejal del MLN, que llevaba instrucciones precisas para hacer una oposición sistemática, lo cual cumplió a cabalidad durante los cuatro años.

Su capacidad de análisis era increíble, la visión que tenía sobre la problemática del país, lo llevó a realizar obras de gran envergadura en su administración como la elaboración del Esquema Director de Ordenamiento Metropolitano (Edom), que era un instrumento que planificaba a corto, mediano y largo plazo (1972-2000) el perfeccionamiento de la región metropolitana. Para realizar este gran proyecto contó con profesionales de altos vuelos a nivel nacional e internacional, pues vinieron a colaborar urbanistas de varios países. Por la miopía del gobierno central, que creyendo que si Manuel lograba poner en funcionamiento dicho instrumento, era un potencial candidato a la presidencia, y por lo tanto había que obstaculizar todo lo que él hacía, sin importar que la población saliera perjudicada, como lo estamos viviendo y sufriendo en la actualidad con un desorden urbanístico en todos sus aspectos. El ministro de Gobernación en ese entonces, Roberto Herrera Ibargüen, decidió ordenar que no se permitiera su publicación en el Diario Oficial.

Se instituyó la Empresa Municipal de Agua (Empagua), encargada del proyecto de obtención de agua del acueducto Xayá-Pixcayá; esta empresa fue creada para satisfacer la necesidad de dotación de agua a la población, pues dicho servicio tenía una demanda cada vez mayor.

Era notoria la energía en el trabajo y la seriedad en la realización de los cambios que beneficiaban a un vecindario que colaboraba con sus autoridades edilicias, al comprobar la honestidad y responsabilidad en la dirección de la administración.

Me considero muy afortunado por haber tenido la oportunidad de haber sido electo como concejal en su planilla y trabajar juntos, donde lo traté y conocí sobre su personalidad y su forma de pensar. Manuel tenía una personalidad muy recia, aparentaba ser una persona indiferente y fría, para algunos era presuntuoso, pero era todo lo contrario, su trato con cualquier persona era afable, además tenía un concepto de la amistad muy acentuado y su máxima preocupación era el bienestar de todas las personas, fue ejemplo de honestidad, nunca se conoció que haya cometido algún acto de corrupción. En el trabajo era bastante exigente y juicioso, pero nunca tuvo alguna actitud de irrespeto hacia sus subalternos, como tampoco con sus adversarios políticos, aunque éstos si lo eran con él, porque en varias oportunidades lo presencié. Indudablemente ha sido el mejor alcalde que ha tenido la ciudad de Guatemala, sin lugar a dudas, su administración es la que más prestigio le ha dado a la metrópoli.

El ser un visionario, perseverante y audaz, lo llevó a ser uno de los políticos más grandes y respetados en Guatemala.

El Frente Unido de la Revolución (FUR) fue finalmente inscrito como partido político después de varios años. Sin embargo, una semana después, el 22 de marzo, Colom Argueta fue asesinado, ​en un operativo en que sus asesinos emplearon un helicóptero para «asesinarlo», recibiendo una ráfaga de 45 impactos de bala.

Los cobardes asesinos no saben el daño que le causaron a Guatemala, porque indudablemente hubiese sido presidente, y no estaríamos en la desgracia en que nos encontramos ahora.

¡Flores sobre su tumba!

 

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