La llegada del nuevo embajador pone punto final al pleito entre cortes. 

¿Obedece el cambio de discurso del presidente a un jalón de orejas del imperio?

Varios hechos simultáneos pronostican un cambio de vientos. El senado aprobó el nombramiento del nuevo embajador en Guatemala, la reunión en Dominicana del canciller Brolo, donde, por cierto, no fue recibido por su homólogo norteamericano Mike Pompeo, desdeñando el principio de reciprocidad, sino fue “atendido” por el subsecretario encargado del área centroamericana. El cambio de discurso del presidente quien pasó de decir que no se metería en la elección de cortes y que “ese era un pleito entre ellos”, a la nueva posición “los fallos de la CC se respetan”. Todavía nos falta oír la posición del congreso y la Suprema. Sin duda alguna “apoyarán” el proceso y se comprometerán a llevarlo a cabo exitosamente en forma expedita.

Cualquier marinero sabe oler el cambio de viento. La pregunta del millón es ¿Cuál es el motivo? Analizando los tiempos vemos que llevamos casi un año de tenencia ilegitima de los cargos de magistrados en las cortes, el mismo año tratando de descabezar a la Corte de Constitucionalidad e incluso los cañones se han enfilado en contra del Procurador de Derechos Humanos quien, por cierto, ha hecho muy poco para ganarse el respeto de nadie. Y durante este tiempo el presidente “se mantuvo neutro” en su discurso público, pero eficazmente actuando tras bambalinas para que el congreso en connivencia con la Corte Suprema lograse estos fines.

Fotografía de Festivales Solidarios

Sin embargo, ya es obvio que el imperio sí estaba viendo y sí estaba tomando nota. Dejaron alargar la pita, en buen chapín, y ahora que estaba por romperse dieron el manotazo. Ordenaron la presencia del canciller en el caribe en plena pandemia, lo llamaron a reunión mediante mensajero y transmitieron alto y claro que no se iba tolerar ya más desmanes. El estado de derecho hay que respetarlo. Mensaje alto y claro.

¿Cuál es la significancia política de esto? Pues presagio de tormenta. La súbita reunión del presidente con el eterno líder magisterial no puede ser una buena señal. ¿Estará buscando apoyo político para empezar el ciclo de manifestaciones? Lo más probable es que sí. Con la capacidad de movilización del magisterio pronto veremos manifestaciones a favor de la posición original del presidente, mientras en público él se decantará por “defender el estado de derecho”. Mientras que el estado de calamidad continuara y seguiremos viviendo bajo “disposiciones presidenciales” sujetas a cambio según las hormonas del dia.

Nada de esto es positivo para el país. Tendremos de todas maneras cortes electas mañosamente bajo “presión popular”, cumpliremos en forma y apariencia las exigencias del imperio y acá dentro la consolidación de un estado cooptado y manipulado, eso sí, con el beneplácito del norte.