Al menos así lo sugiere uno de los implicados en el fraude: La compañía fabricante de las pruebas fraudulentas que se distribuyeron en tres hospitales regionales del país Atila Biosystems asegura que no existen registros en su base de datos entre el lote de vacunas denunciado y los lotes que se enviaron a Guatemala.
30 MIL PRUEBAS FALSAS PARA DETECTAR COVID-19
Según el ministerio de Salud, las pruebas producen resultados inválidos a la hora de ser utilizadas, a eso hay que sumarle que no reúnen los criterios de calidad por los que fueron adquiridas. Las pruebas fueron distribuidas en los hospitales de Zacapa, Huehuetenango y Chimaltenango. El gobierno de Guatemala pagó más de siete millones de quetzales por las pruebas falsas a Kron Científica e Industrial S. A.
La compañía farmacéutica ha intentado lavarse las manos a través de un comunicado en donde señalan que los números de embarque y los colores de los tubos de reactivos no coinciden con los lotes destinados a Guatemala. Además “consideran” que ninguno de sus empleados tiene responsabilidad en la falsificación y sugieren (“temen” dice en el documento) que las pruebas hayan sido adulteradas en Guatemala.