SIN TAPUJOS
Prosiguiendo con el artículo sobre los partidos políticos ahora entro en consideraciones sobre el sistema de Partidos Políticos. Este sistema es la combinación de partidos en un Estado y los componentes que determinan su organización como: la cantidad de partidos existentes; las relaciones que tienen entre sí, considerando su magnitud como sus fuerzas de dominio y las posiciones ideológicas y estratégicas, como elementos para determinar las formas de interacción, así como las relaciones con el entorno en todas sus esferas.

Fotografía de Jeffrey Abbott
Percibiendo a la cantidad de organizaciones políticas reales en un sistema político justificado, se habla de multipartidismo, bipartidismo o partido único.
Tratándose de las formas de gobierno que haya: despóticos o totalitarios, se puede hablar del sistema de Partido Único como sucedió con los gobiernos de la China comunista o la Unión Soviética, en el que no se trata de instituciones propias de un proceso democrático, sino de instituciones para la conservación del poder. El Partido Comunista de Cuba, marxista-leninista, es el nervio director superior de la sociedad y del Estado, que organiza y orienta los esfuerzos comunes hacia los altos fines de la construcción del socialismo y el avance hacia la sociedad comunista. Las fuerzas opositoras al Gobierno cubano arguyen que una de las razones de la permanencia en el poder del castrismo desde 1959 se debe a la combinación de un sistema de partido único de acuerdo con lo que establece el artículo 5 de la Constitución de 1976, el Partido Comunista de Cuba es definido la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado. Ellos también especifican la imposibilidad de promover organizaciones opositoras, en referencia al artículo 62 de la Constitución vigente.
El Bipartidismo se tiende a ubicarlo como resultado de un sistema electoral bajo el principio de mayoría, mientras que el sistema Multipartidista se identifica como efecto de un sistema de representación proporcional.
Un sistema bipartidista es un sistema de partidos políticos que favorece la aparición de dos acuerdos políticos por lo general adversarias en el espíritu político, para formar una diferencia positiva de minorías políticas, sucediendo en todas las elecciones que uno de ellos alcanza el poder y el otro pasa a ser la oposición oficial al gobierno. Los defensores del bipartidismo razonan que produce una estabilidad política al descartar sectores extremistas que podrían alcanzar una representación parlamentaria o presidencial. Por el contrario, sus antagonistas cuestionan que el hecho de que prescinde de estas minorías es antidemocrático.
Entre los partidos bipartidistas están: En Belice, que desde su independencia, ha habido dos partidos dominantes el centroizquierdista Partido Popular Unido y el centroderechista Partido Democrático, son los únicos dos partidos representados en el Congreso de Belice. En Estados Unidos de América, el sistema estadounidense es un típico ejemplo de bipartidismo presidencialista con esencia republicana. Sólo existen dos grandes partidos, conocidos como Partido Demócrata y Partido Republicano que ostentan entre ambos un respaldo superior al 90%. El Reino Unido también, manifiestamente es bipartidista desde sus inicios, con conservadores y liberales disputándose el poder, pronto surgieron los laboristas como tercera fuerza política. Poco a poco ganaron en relevancia hasta el punto de que en las últimas décadas se han alternado en el poder con los conservadores.
Un sistema multipartidista es un sistema de partidos políticos en el que una gran cantidad de agrupaciones políticas tienen la oportunidad de acceder al poder ejecutivo, en cuanto al poder legislativo se encuentra fraccionado entre una gran cantidad de bancadas partidarias, en contraposición al bipartidismo -el predominio de dos partidos políticos-, o el unipartidismo -la supremacía de un solo partido político-. Hay muchos países que se encuentran con sistemas políticos multipartidistas, como Argentina, Francia, Italia, Portugal, Chile, Guatemala, Ecuador, Bolivia, México, Rusia, Japón, entre otros. También, aunque tuvieron sistemas bipartidistas hasta hace poco, hoy por hoy tienen un sistema multipartidista Brasil, Colombia, Costa Rica, España y Uruguay.

Fotografía de Jeffrey Abbott
¿Cuál es la realidad política en Guatemala?
Como podemos ver, Guatemala está entre los países que son multipartidistas, y esa es la razón por la cual hay exceso de partidos políticos. Hay quienes manifiestan su inconformidad porque no les parece esa descomunal inscripción de organizaciones políticas, lo cual redunda en una degradación para el sistema democrático al que aspiramos vivir. Como he manifestado en diversas oportunidades, la mayoría sino la totalidad, son partidos de cartón a la tortrix, carecen de una ideología política, y la que dicen sustentar han sido copiados en internet, solo para llenar el requisito que exige nuestro ordenamiento jurídico, artículos 52 numeral 2) de la literal c), y 65 literal i) de la Ley Electoral y de Partidos Políticos.
El mayor y único fin que quieren los politiqueros metidos a formar organizaciones políticas es, alcanzar la presidencia de la República, para realizar grandes negocios y obtener excesivas ganancias, en pocas palabras, salir de pobres.
De tal manera, que cuando llegan al poder resultan gobernando única y exclusivamente para sus grupos de financistas que contribuyeron en la realización del partido político. Por esa razón vemos a una población desencantada que no les interesa en lo más mínimo participar en política y mucho menos saber quiénes son los aspirantes a la primera magistratura de la Nación, porque saben que cualquiera que llegue será más de lo mismo.
Es absurdo seguir pensando de votar en la segunda vuelta por el menos peor, o simplemente haciendo anti voto contra el que no queremos que quede, ejemplo más claro, Giammattei versus Sandra Torres.
Nos encontramos a cinco meses para que convoquen a elecciones, y a menos de un año para que se realicen las mismas, el panorama es sombrío, porque quienes supuestamente aspiran a llegar al Guacamolón, en su mayoría parecen no llenar nuestras expectativas, y se escucha mucho de anular el voto, lo cual repercute negativamente para la estabilidad política del país. Nos encontramos ante una ciudadanía desestimulada en participar, porque ven que algunos de esos aparentes candidatos carecen totalmente del conocimiento de lo que es manejar la cosa pública, y que no nos garantizan su honorabilidad, honestidad, que sean unos auténticos servidores públicos y no lleguen solo a servirse del Estado.
¡NO NOS VAN A CALLAR!
Continuará…