Todo lo que hace la actual legislatura son puros desatinos como la aprobación del Decreto 18-2022 del Congreso, Ley para la Protección de la Vida y la Familia. No es que no supieran cuál iba a ser el destino de esa ley, todo lo tenían fríamente calculado juntamente con el mandatario Alejandro Giammattei, porque babosos no son, pero si unos grandes malandrines.
El pueblo de Guatemala tampoco es baboso, para que estos diputransas crean que nos tontean, no, lo que sí, es un pueblo aguantador, e indiferente. Hace poco escribí que los dictadores Estrada Cabrera y Jorge Ubico permanecieron en el poder 22 años y 13 años respectivamente. Lo que nos indica que, de larga data, los guatemaltecos hemos aguantado a los tiranos, hasta que el agua nos llega al cuello, es que nos enfrentamos para quitarlos, pero para llegar a ello, ha transcurrido mucho tiempo.
Volviendo al Decreto 18-2022, a los pocos días de su aprobación, Alejandro Giammattei en una rápida conferencia de prensa en las redes sociales, pidió a los legisladores que archivaran el decreto en mención, porque violaba dos convenciones de las cuales Guatemala es firmante, además que viola a la Constitución. Pero días antes a esa conferencia, aprovechaba cualquier situación para minimizar las manifestaciones en contra de la aprobación de esa ley, lo que nos muestra que él estaba muy interesado en su aprobación.
Semana antes de la aprobación del Decreto 18-2022 se realizaron algunas entrevistas y varias publicaciones periodísticas en donde vinculan al mandatario en actos de soborno cuando aún estaba como candidato en la segunda vuelta electoral, entonces el Congreso de la República se apresuró a aprobar esa ley, por lo que se da a entender que fue para distraer la atención de la población aprobando esa ley.
Ya hecho el anuncio del gobernante solicitando al Congreso que el Dto. 18-2022 fuera archivado, empezó otra discusión sobre que no era procedente archivarlo, sino que había que enviarlo al gobernante, para que él lo aprobara o vetara, pues como ya había pedido que se archivara, lo que seguía era que lo vetara y regresara al Congreso con las observaciones pertinentes.
Para mientras, como dice José Rubén Zamora, en el fétido agujero negro conocido como el Congreso de la República, se preparaban para aprobar otra ley, la Ley para Fortalecer el Mantenimiento y Construcción de Infraestructura Estratégica, en el que los mismos diputransas autorizan un aumento al presupuesto del Estado por un monto de Q3.1 millardos, el que será desarrollado por el Ministerio de Comunicaciones. Esta ley viene a incentivar otro saqueo más a las arcas de la Nación, ya que el presidente de la Comisión de Finanzas, Cándido Leal, no supo defender el dictamen hecho por la sala de trabajo.
Lo tremendo es que Giammattei desconozca nuestra Constitución Política, porque en la misma para nada establece que si una ley aprobada por el legislativo, y al gobernante no le parece, éste pueda solicitar a los legisladores que la archiven, (Sección Tercera, Formación y Sanción de la Ley, Artículos del 174 al 181) y por el mismo estilo están los diputados, que me imagino que dentro de los que aprobaron que esa ley fuera archivada, hay abogados, pero como son unos sumisos, no les importa cometer semejante tropelía y pasarse la Carta Magna por el arco del triunfo.
La actual legislatura se ha prestado para tapar hoyos de corrupción, pero no les ha interesado los verdaderos problemas que está sufriendo la población, mientras que en otros países han eliminado temporalmente los impuestos a los combustibles para paliar la dura situación por el aumento de los mismos, aquí se ponen a aprobar subsidios que en nada nos beneficia, porque con el tiempo esos subsidios nos regresaran a la población con creces.