Corre y va de nuevo el show populista de ofrecer la pena de muerte, esta vez en el contexto del cruel asesinato de una niña. La pregunta es: ¿Por qué no se evitó?
Esto sería mucho más efectivo que seguir el “ojo por ojo” bíblico. La prevención del delito, el verdadero eslabón perdido en la cadena de la ley y el orden. La legislación ya está en los códigos, el orden se supone lo impone el Estado y aun así siguen los crímenes atroces. Entonces solo se le puede achacar al Estado, ya sea la falta de voluntad o simplemente la incapacidad de prevenir estos crímenes.
Siempre reaccionando a las situaciones de forma posterior, necesitamos prevención, la seguridad ciudadana debe ser la prioridad, no propuestas trasnochadas.
Es un absurdo, una verdadera cortina de humo, con un sistema con la impunidad que manejamos en nuestro país, ofrecer penas más duras si de todas maneras se carece de la capacidad para perseguir el delito. Me recuerda una payasada de un expresidente, “persigan el delito no a las personas”.
De todas formas, es una propuesta inconstitucional. La Corte de Constitucionalidad en el expediente 5986-2016 declara inconstitucional la aplicación de la pena de muerte. ¡Punto! Ya no hay más discusión. Todo lo demás es un show populista y demagógico. Además, en 1969 Guatemala se adhirió al pacto de San José el cual prohíbe la pena de muerte. Así que del dicho al hecho hay mucho trecho, palabras vacías al fin de cuentas.
Si algo es disuasivo para el crimen es la certeza del castigo. En nuestro país ni siquiera es certero el castigo por pasarse un semáforo en rojo, imaginemos el nivel de impunidad en los verdaderos crímenes.
¿Qué necesitamos realmente? Buenos jueces, buenos policías y buen sistema carcelario. ¿Qué nos ofrecen? Gestos y espectáculos demagógicos promoviendo la pena de muerte, cuya aplicación estaría a cargo de las autoridades deficientes que tenemos. ¿Y quienes la apoyan? Pues ni más ni menos que los “provida” que también apoyaron el genocidio. Vaya incongruencia…
Y ya que estamos en estas ¿Por qué no seguir el ejemplo de China? Muerte a los políticos que roben dinero público, eso sí sería disuasivo y efectivo. Es cobardía y demagogia decir que la pena de muerte es solución a la pandemia de secuestros y asesinatos de niñas y mujeres, porque hay redes de trata en contubernio con quien se supone debe protegernos. Ellos son los que roban las oportunidades a los niños y niñas que mueren por miles, igual que por desnutrición, falta de oportunidades y simplemente por desdén del Estado.
La propuesta de retomar la pena de muerte en la coyuntura de dolor social que genera la violencia contra las mujeres, en particular la violencia contra niñas, es inmoral en tanto no se debata en un contexto de soluciones integrales. Populismo y oportunismo duro, es lo que exhibe la clase política con semejantes propuestas en las presentes condiciones.
Así que procedan a denunciar el Pacto de San José, pero en lugar de populismo barato y vacío, que se envíe la propuesta formal para denunciar el pacto y se convierta en iniciativa de ley. Mientras este paso firme no se dé, todo es un discurso vacío.