Alarmante episodio de ultraviolencia: motín deja siete pobres diablos decapitados en la Granja Modelo de Rehabilitación del municipio de Cantel (infierno terrenal conocido popularmente como “la Granja Penal”) en la hermana república del 6to Estado de los Altos (Quetzaltenango). La masacre sucedió ayer a eso de las 1600 horas, en uno de los patios del penal, donde habitan 2,252 reclusos.
Aunque el saldo oficial del evento sangriento confirmó siete decesos, medios locales indican que podrían haberse identificado varios decapitados más.
Según afirma la Polaca Nacional Civil, el espectáculo excesivamente humano, tuvo lugar minutos después de que finalizara el horario de visita, y por ende había «varias personas [visitantes] retenidas». Hasta el momento no existe una versión de las autoridades penitenciarias responsables de ese sórdido tambo.
En esa horrible prisión purgan sus condenas miembros honorarios de la “Mara Salvatrucha” y de la pandilla antagónica, “Barrio 18”, además de narcotraficantes varios. Hasta el momento no se ha informado qué tranza acerca de las jaurías criminales a las que pertenecían los involucrados en la orgía de sangre.
La Jura explicó que unos 500 oficiales de las fuerzas coercitivas del Estado fueron enviados para sosegar el lugar…
Esta matacinga es una más de varias que han sucedido en cárceles guatemaltecas en “tiempos de paz”. Como olvidar la “Operación Pavo Real”, un operativo de limpieza social y de reacomodo criminal, en la que estuvo involucrado judicialmente el actual presidente de esta banana republic, Alejandro Giammanetti (Aka “Lord Ivermectina”, Aka “Giammattei”), cuando era jefe de presidios del sistema penitenciario. No nos cansamos de recordarles a nuestros lectores que este simpático personaje hoy día se embucha 57 salarios mínimos mensuales en reconocimiento por su excelente gestión de la pandemia, en la que se ha librado del pesar de la existencia a un montón de compatriotas, por, entre otras cosas, usar ivermectina en vez de vacunas para menguar el muerterío covideano…
Según el Sistema Penitenciario, en las 21 cárceles (legales) del país, hay 25.122 personas privadas de libertad, en condiciones de hacinamiento inhumanas en más del 370%. Verdaderos infiernos terrenales donde lo más fácil es, desde luego, morirse.