SIN TAPUJOS

No me explico por qué algunas personas o instituciones pretenden confundir una cosa con otra. He visto en las redes sociales pronunciamientos de algunos donde descalifican a quienes estamos en contra de la corrupción, tergiversando la realidad para engañar a la población, cuando es todo lo contrario, creo que los que todavía defienden al desgobierno corrupto de Giammattei, debieran abrir los ojos e informarse de los obscuros negocios que están realizando. Se enfocan más sobre cuestiones ideológicas, cuando la corrupción y la impunidad no tienen color ni ideología, simplemente son acciones ingratas que en lugar de hacer un buen uso del dinero que los guatemaltecos pagamos con nuestros impuestos, lo utilizan para sus aviesos fines de enriquecimiento ilícito.

Recientemente apareció un comunicado de una asociación, en la que manifiestan que el Departamento de Estado de USA, perdió la influencia en la Corte de Constitucionalidad y en el Ministerio Público, con la no reelección de Gloria Porras y la remoción de Juan Francisco Sandoval, ya que se ha dado el encono de parte del Departamento de Estado para remover a Alejandro Giammattei y a Consuelo Porras. Siguen manifestando que las peticiones de renuncia por parte de medios de desinformación de ambos funcionarios están alineadas con la izquierda.

También indican que el vicepresidente Guillermo Castillo está persiguiendo el derrocamiento de Giammattei, amparado con líderes de organizaciones campesinas y de autoridades ancestrales, y que es apoyado por grupos izquierdistas.

Sinceramente da tristeza a lo que hemos llegado los guatemaltecos, a una polarización sin sentido, solo por convenir a intereses mezquinos, pues somos muchas las personas a las que no nos mueve ninguna bandera política, ni ideológica, sino que estamos en una lucha frontal contra la corrupción, como lo hemos estado contra todos los desgobiernos asquerosos que hemos tenido, pues no considero que sea justo se sigan contemplando las acciones asquerosas, únicamente porque responde a intereses personales, institucionales o empresariales, confundiendo una cosa con la otra.

Es inaudito que Giammattei, dueño del partido oficial VAMOS, desde el inicio de su mandato haya hecho alianzas en el Congreso de la República con dos organizaciones políticas de las más desprestigiadas como son la UCN y la UNE (ala de Sandra Torres). La primera, ha sido aludida en muchas oportunidades de ser un narcopartido, ya que su secretario general, Mario Estrada, está preso en los Estados Unidos, por narcotráfico, y varios de sus diputados, también han sido señalados de pertenecer a cárteles del narcotráfico; y la segunda, recordemos que, en la pasada campaña política, en muchas oportunidades, Giammattei acusó a Sandra Torres de ser la artífice de haberlo metido a prisión por el caso en la cárcel de Pavón, señalándola también de cometer actos de corrupción durante el desgobierno de Álvaro Colom, cuando estaban casados, y ahora son grandes aliados para destruir al país.

En una reciente entrevista escuchamos a Francisco Coma, viceministro de Hospitales, entre sollozos manifestó de la desesperación e impotencia, que ya no pueden más en los hospitales, es demasiado el crecimiento de la enfermedad y ya superó a todos. No hay médicos, personal de salud que quiera trabajar para atender a los infectados con Covid-19. No es posible que mientras la gente se muere, los hospitales están colapsados, no hay suficientes medicamentos y tampoco vacunas, la ministra de Salud Pública, Amelia Flores, dice que se ha contagiado dos veces de coronavirus en menos de 15 días (que se lo crean en su casa), ha dejado toda la responsabilidad en los viceministros, pues ella ha demostrado incapacidad para controlar la emergencia, ha hecho “negociaciones” obscuras con la compra de las vacunas, lo cual ha sido un total fiasco, ¿DÓNDE ESTÁN LAS VACUNAS? ¿DÓNDE ESTÁ EL DINERO? Lo más cómodo para esta funcionaria es decir que está infectada para no asistir al Congreso a los llamados de los legisladores y encarar la situación.

¿Cómo podemos apoyar las sinvergüenzadas que se dan en el Instituto Guatemalteco de Turismo (INGUAT), Elmer Hernández, quien hasta el día 26 del mes pasado fungió como subdirector del INGUAT, fue destituido del cargo porque se negó a firmar un contrato con la empresa que estará a cargo de la Marca País? Dicho contrato en un inicio era de Q3.5 millones y ahora tendrá un valor de Q6.8 millones, y esa fue la causa de su destitución, tener el valor de decirle a su superior inmediato Mynor Cordón que no firmaba ese contrato lesivo al INGUAT, porque no se miraba con transparencia el negocio.

Desde el domingo ha circulado en las redes sociales un supuesto y valiente mensaje de Roxana Cáceres, exesposa de Giammattei, el que a la fecha no ha sido desmentido, o no ha aparecido como mensaje falso, y dice: “Yo puse la manos al fuego por él cuando estuvo preso. Para mí fue un hombre íntegro. Ahora me decepciona, si les ha fallado a los guatemaltecos porque tiene muchas deudas que pagar y lo obligan a cumplir con compromisos adquiridos en su campaña política. Por el bien de Guatemala lo más sensato es que renuncie. El repudio generalizado y el malestar social por sus acciones nos afecta a mí y a mis hijos como familia”. Comprendo y me solidarizo con la angustia de Roxana a quien tengo el gusto de conocer, y sé de sus valores morales y éticos, pues, aunque ya no estén casados, le incomoda y principalmente a sus hijos, soportar todos los insultos y memes que se dicen y hacen en contra de Giammattei.

Me dirijo y pregunto a quienes redactaron ese libelo ¿Si en realidad aprueban qué los millones de quetzales que el Congreso de la República le aprobó a Giammattei, para la compra de medicamentos y equipo hospitalario para el combate del covid, se hayan desaparecido? Porque estamos viendo que los hospitales han colapsados sin medicamentos, sin vacunas y sin camas, entonces ¿Aprueban esa obscura negociación que están realizando con unos empresarios rusos, para que se aprovechen de nuestros recursos naturales, pagando una ridícula cantidad al Estado de Guatemala? Con solo esas dos preguntas que contesten, veré de qué lado están, si con los honestos o con los corruptos, pero no vengan a espantar con el petate del muerto, con que los izquierdistas están pidiendo la renuncia de los nefastos Consuelo Porras y Alejandro Giammattei. Aquí todo el pueblo consciente y honesto, sin vínculos con ideología o bandera política alguna, estamos hartos del descalabro que ha hecho Giammattei, porque su gestión gubernamental es un total fracaso. Desde que inició esta pandemia hasta estos días, nos ha venido engañando y mintiendo con todas las “negociaciones” podridas que ha realizado bajo la mesa, para su beneficio, el de su camarilla de funcionarios, y los allegados a los partidos VAMOS, UCN y UNE (ala de Sandra Torres).

Considero insensato confundir la lucha contra la corrupción y la impunidad, con ideologías y banderas políticas.

Fotografía de Carlos Hernández Ovalle