Lastimosamente la primera víctima de la pandemia fueron las ideas frescas. Que sin sentido que después de cuatro meses todavía se debata sobre la conveniencia o no de haber hecho cuarentena y destruido las vidas de millones de trabajadores y emprendedores, todo en nombre de la “salud”.
El virus mata, y también aniquila las ideas frescas. Todo fue miedo y más miedo, y sin resultados. Hoy vemos que los contagios se han disparado, que los enfermos se curan, y que el sistema de salud, a nivel mundial, no solo el guatemalteco, colapsó y fue insuficiente para atender a la población. Gran victoria del neoliberalismo y la globalización, la marginación a tal nivel que el estado, que debería protegernos a todos, no sirvió para nada.
El colmo, es que aun nuestras autoridades siguen contemplando el escenario de continuar el cierre. Ya llevamos 15 semanas, la cuarentena más larga y más maquillada y a medias del mundo. Cuando pudimos cortar esto de cuajo, lo hicimos a medias, más interesados en conseguir pisto que en conseguir ese pisto para luchar la pandemia. Nuestro retraso, nos pintamos como un país del quinto mundo, más allá del último círculo del infierno de Dante.
El colmo ahora es que, de tanta exageración de datos, tanta alharaca y tanto miedo, los resultados se empiezan a ver. Europa nos cerró las fronteras. Y los Estados Unidos con muchas restricciones. Canadá simplemente no nos quiere, etc.
El virus también mata las ideas
¿Qué eso solo afecta a los ricos que viajan allá? De nuevo el virus aniquiló el pensamiento crítico. Sin poder viajar a Europa y otros mercados importantes no habrá gestión para nuestros productos. Si allá nos están cerrando las fronteras, ¿quién cree que nos seguirán comprando productos?
Llegó la hora de revivir el cerebro. La anodina idea de la cuarentena no solo no mató al virus, sino que, sí está matando el pensamiento crítico y el futuro, al cerrar mercados nos están condenando al desempleo y quiebra de empresas.
Es hora de pensar, de PENSAR en mayúsculas, dejen el miedo, tengan ideas frescas, la reconstrucción es más importante.