En días recientes la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) de Estados Unidos ofreció un informe actualizado sobre posibles efectos adversos que ocasiona la vacuna de la compañía farmacéutica Moderna. Dicha información llamó poderosamente mi atención porque tengo el esquema completo de esa vacuna.

Mi experiencia personal con los efectos secundarios tras recibir la primera dosis de Moderna no pasó más allá de un fuerte dolor de brazo que me dificultó dormir la primera noche. El malestar fue disminuyendo con el pasar de los días, incluso esa primera noche defendí la portería de mi equipo en la ya clásica chamusca dominical en la colonia.

Fotografía cortesía de Prensa Comunitaria

Regresando a los datos duros, la sustancia biológica usada en la vacuna Moderna, aparentemente aumenta los riegos de miocarditis y pericarditis (inflamación de tejidos que recubren al corazón), sobre todo 7 días después de que se administra la segunda dosis. Según el estudio hecho público ayer, la población más afectada por las reacciones adversas son hombres menores de 40 años.

La población que ha presentado más reacciones adversas según la FDA son los varones comprendidos entre los 18 y 24 años y aunque en la mayoría de los casos estos no presentaron mayores complicaciones, en algunos casos si tuvieron que ser hospitalizados en cuidados intensivos.

Es muy pronto para conocer las secuelas a largo plazo que podrían sufrir las personas expuestas a dicha vacuna, sin embargo, los expertos siguen recomendando la vacunación tomando en cuenta los riesgos a la salud que podría sufrir la población expuesta al Covid-19.

Aún no han pasado siete días desde que recibí la segunda dosis de Moderna, espero no presentar un cuadro complicado de salud relacionado con efectos adversos. Ya les contaré cómo me fue, por el momento mi brazo izquierdo se siente mejor tras el pinchazo del pasado domingo.