Con mucha antelación, un par de meses antes de las fiestas de fin de año, tuvimos la desagradable sorpresa de ver aparecer a nuestro presidente en una de sus infames cadenas nacionales, anunciando la llegada de la segunda ola de contagios cuando no había ni rastros o señales de ella. Y desde ese momento la maquinaria estatal intentó manipular los datos para convencernos de que en efecto venía y existía la susodicha segunda ola. Hoy, 3 meses después vemos que no era cierto.

Amelia Flores, titular de la cartera de Salud.
Para variar datos falsos e inexactos.
Lo que sí sucedió fue el relajamiento de la sociedad en aras de las celebraciones de fin de año, iniciando con el primero de noviembre y culminando con el año nuevo, periodo durante el cual vimos los centros de reunión social abarrotados de gente incluso sin mascarilla.
Y por supuesto, los contagiados comenzaron a subir….
Sin embargo, haciendo un análisis vemos que dicho aumento no se debió a un aumento real del contagio y su indicador principal, el porcentaje de positividad. Los casos confirmados subieron durante un breve período de tiempo a más de mil casos por día.
¿Pero cuál fue el motivo real?
Durante la primera ola los indicadores alcanzaron este nivel, sin embargo, el motivo causante de dicho incremento era el porcentaje de positividad, que rondaba alrededor del 42 por ciento. Ahora los casos confirmados alcanzaron de nuevo los mil casos, pero con la diferencia obvia de un porcentaje de positividad constante alrededor de 14 por ciento.
¿Cómo es posible que se incrementara el número de casos sin que se aumentara el contagio?
Simple. La respuesta está en el incremento del número de pruebas a discreción. La política oficial había sido hasta ahora que solo se hacía prueba a quien la necesitaba por sentir síntomas. Esto ha cambiado y ahora vemos unidades móviles del ministerio de salud y estaciones de las municipalidades ofreciendo pruebas gratuitas. Por supuesto, la población viendo cualquier malestar aprovecha y se hace el examen. Es decir, la política de testeo ha cambiado.

Unidad móvil del MSPAS ubicada en la colonia Atlántida zona 18 realizará pruebas gratuitas para detectar covid-19 hasta el viernes 12 de febrero.
¿Entonces cuál es la respuesta?
Muy sencilla: La segunda ola que padecemos no se debe a un incremento del contagio. Se debe exclusivamente a un incremento en el número de casos tamizados. Las matemáticas no mienten, la segunda ola registrada en Guatemala en enero no es tal… es ficticia provocada por realizar más pruebas.
Cuando los casos activos llegan alrededor de 7 mil se pone en jaque nuestro endeble sistema de salud, ya que el número de camas disponible en vez de aumentar ha disminuido, tal vez los señores creyeron que la pandemia se iba a ir y no pensaron en la segunda ola, que debemos preguntarnos: ¿Cuál era la prisa que llegara? Tal vez la ley de vacunas nos dé la respuesta…
Desafortunadamente nuestro sistema de salud es tan frágil que fue puesto de rodillas apenas se incrementó el número de pruebas, con la consecuencia obvia de descubrir más casos, nunca fue por el aumento de contagios. Lo que llama la atención es la velocidad con que la ola subió y luego bajo, claro indicio de manipulación de datos.
Parece que el LIc. Faillace se inspiró en el artículo de Carlos R. Paredes publicado en FaceBook con anterioridad y ni lo menciona. En el artículo se hace ver que si, la segunda ola fue ficticia porque fue provocada por el incremento de pruebas y no por el contagio. Sin embargo, para los hospitales que se vieron saturados fue muy real.