Todo gobierno tiene fecha de caducidad. Pero Giammattei está tratando de garantizar que su alianza y el pacto de corruptos tenga continuidad como proyecto político en los próximos gobiernos. La alianza está en construcción, comprando con sus dádivas a quien se deje sobornar. En reuniones con los alcaldes, el mandatario le pidió su apoyo a cambio de ofrecerles obras de infraestructura con los fondos del Estado, por lo que la corrupción, será el elemento que aglutinará ese proyecto político. Se encuentra de por medio la presión política y el autoritarismo del gobierno, llegando a considerar que: o se alinean o se alinean, de lo contrario “se procederá contra ellos conforme la ley”.

Quien se encuentra mediando con las municipalidades es nada menos que Luis Miguel Martínez o “Miguelito”, que fue director del Centro de Gobierno, pero que Giammattei tuvo que dar marcha atrás por las múltiples críticas de la sociedad, al constituir un organismo paralelo que tomaba las decisiones políticas de gobierno. Martínez sigue tomando decisiones como alto funcionario y se perfila dentro de la estrategia electoral, en la construcción de la alianza del partido oficial. En el caso de las municipalidades, representa la construcción de toda una base social, porque los vecinos serán acarreados y utilizados para votar.

Un elemento importante de la alianza, consiste en haber capturado los organismos del Estado, instituciones centralizadas y descentralizadas, el Ministerio Público, las Cortes del Sistema de Justicia, el IGSS, la propia Universidad de San Carlos, etc. Participan dentro de esa alianza, personajes corruptos y de la más baja calaña, políticos mafiosos, narcos, militares y empresarios que se han sobre enriquecido con los proyectos brindados por el ejecutivo.  El partido oficial, sigue convocando a diferentes personajes y sus partidos políticos, para conformar un gran proyecto político de corte fascista. Algunos de estos políticos ya demostraron de lo que son capaces, sin apego a las leyes, sin Estado de Derecho, sin Democracia y como instrumentos de las sectas religiosas fundamentalistas y fanáticas. Ellos, durante el Conflicto Armado y dentro de la contrainsurgencia, aplicaron la Tierra Arrasada y los Crímenes de Lesa Humanidad. Esa mezcolanza produce los más retrógrados y ultraconservadores pensamientos políticos, lo cual les niega a los guatemaltecos, su desarrollo, progreso y bienestar

Se está creando una dictadura, que ya gobierna a la voz de soberano. De eso tienen muchos malos recuerdos los guatemaltecos, con Manuel Estrada Cabrera, Jorge Ubico y las dictaduras militares, que gobernaron por decreto, y en Estado de Sitio. Regresar al pasado, atenta contra el Bienestar de la Sociedad y retroceder en los pocos niveles de democracia alcanzados.

Esa alianza está consolidando un sistema afín a los grupos económicos como el del monopolio del combustible, que han impuesto los precios más altos en América Latina, y tiene al país en crisis, con el alza de la canasta básica, la inseguridad alimentaria, crecimiento de la economía informal, la falta de empleo, e inseguridad, que son parte de las causas que generan migración.  Sistema que ha ampliado la brecha entre la pobreza y la riqueza, los niveles de exclusión, discriminación, en la inseguridad, insalubridad y sobre todo, generando altos niveles de rechazo de la sociedad.

Los regímenes dictatoriales, antidemocráticos, fanáticos, fueron las causas que dieron origen al Conflicto Armado.  El surgimiento de la insurgencia en Guatemala, constituyó un problema estructural, cuyas raíces fueron económicas, políticas y sociales. Surgió por las grandes injusticias y abusos cometidos por sus autoridades gubernamentales, dictatoriales, autoritarias y por un sistema político explotador de su sociedad, el cual fue iniciado desde la colonia, por las mismas familias que ahora, siguen gobernando el país.

La aparición del movimiento guerrillero en el país, fue una llamada de alerta a ese régimen, que no comprendió ni atendió el fenómeno político, un sistema que se ensañó contra su propia sociedad. Los insurgentes estuvieron indicando con sus acciones armadas, que el sistema político en Guatemala no funcionaba, que era ilegítimo y se tenía que cambiar por uno que garantizara el bienestar y el desarrollo de la sociedad guatemalteca.

La historia se está repitiendo. Esto indica que las causas que dieron origen al Conflicto Armado, están presentes y se están incrementado. El país se encamina a una crisis política y económica, y no se puede indicar cuál será su futuro, que podría ser violento por la rebelión de la propia sociedad.