SIN TAPUJOS

Ahora me referiré a la ilegítima presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Silvia Patricia Valdés Quezada, quien por su paso por la CSJ se ha distinguido por ser una de los personajes de tan digno Organismo del Estado, que ha hecho del mismo convertirlo en una cloaca y pierda su prestigio.

La semana pasada me referí al discurso que dirigió el procaz Allan Rodríguez en el momento de entregar la presidencia, porque las palabras que utilizó no son dignas de un representante del pueblo y mucho menos del presidente del Legislativo. Ahora me refiero a la gestión de la presidente de la CSJ, que ha mancillado el prestigio del mismo con sus actuaciones y las de sus achichincles magistrados con excepción de dos o tres togadas.

El Organismo Judicial ha sido presidido por distinguidos y honorables jurisconsultos que le han dado performancia como: Arturo Herbruger, Romeo Augusto De León, Edmundo Vásquez Martínez, Óscar Barrios Castillo, Mario Aguirre Godoy, Rodolfo De León Molina, Luis Arturo Archila, y otros que se me escapan de la memoria. Así mismo por desgracia, han ejercido la presidencia personas ruines que lo han desacreditado desde Josué Baquiax hasta la actual, y también otros más que no recuerdo.

Viendo la hoja de vida de la Valdés Quezada, se alardea de poseer un doctorado, maestrías y tener una carrera judicial desde juez, magistrada de apelaciones y magistrada presidente de la CSJ, pero de qué le sirve todo ello, si carece de lo más importante que son los valores éticos y morales. Con toda la desfachatez del caso se ha aliado con los más asquerosos politiqueros que conforman el Pacto de Corruptos.

A Silvia Valdés se le señala como una de las piezas claves de la alianza criminal para apoyar la corrupción y la impunidad, hostigando a quienes objetan sus actos y demandan honestidad, transparencia e imparcialidad. Los actuales magistrados de la CSJ llevan dos períodos que ya no le corresponden, están ocupando sus cargos ilegítimamente, gracias a las marrullerías de la actual legislatura que no han querido elegir nuevas cortes, porque no les conviene a sus aviesos fines.

Se supone que los magistrados de CSJ deben brindar todo el apoyo a todos los juzgadores, pero esta señora se ha dedicado a hacerle la vida imposible a los únicos jueces que verdaderamente realizan su trabajo con independencia y rectitud como Aifán, Gálvez y Xitumul.

Solo en las mentes mezquinas y perversas como la de Silvia Valdés y sus achichincles magistrados, puede existir la intención de destruir el relevante trabajo que hacen los juzgadores, porque para ellos es un tropiezo en el camino, me refiero directamente a que la CSJ aceleró el trámite de retiro de inmunidad a la juez Aifán, puesto que ella es una piedra en el zapato para la desafortunada presidente.

Por mandato constitucional (Art. 251), el presidente de la CSJ es quien preside la comisión de postulación, para que de una nómina de seis candidatos que presenten al presidente de la República, éste nombre al nuevo jefe del Ministerio Público (MP) y Fiscal General, pero no es un buen augurio, que la comisión sea presidida por Valdés Quezada, porque, aunque lo niegue, pero como decimos “cuando el río truena es porque piedras lleva”, estuvo reunida con Consuelo Porras y con Giammattei, para destituir al fiscal de la FECI Juan Francisco Sandoval. Giammattei en una oportunidad se refirió a ellas como sus grandes amigas (Porras y a Valdés). La Comisión de Postulación la integran además los decanos de las facultades de Derechos de las diferentes universidades del país, como también el presidente de la junta directiva del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala (CANG), y el presidente del Tribunal de Honor del mismo Colegio, por lo que se presagia que esa comisión de postulación no dé los resultados esperados, pues hay ciertos decanos que dejan mucho que desear, por su oscura trayectoria, pero tengan la seguridad, que los guatemaltecos estaremos siguiendo paso a paso las discusiones y decisiones que tomen en la Comisión de Postulación, para evitar que nos quieran meter un gol, porque ya no estamos dispuestos a seguir tolerando más tropelías.

A petición del Ministerio Público (MP), y bajo su dirección, la CSJ le quitó la inmunidad al diputado Aldo Dávila, pero al diputado Jorge García Silva a quien se le sindica como líder de la organización criminal que despojó Q30 millones del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), los magistrados de la CSJ con el voto en contra de la magistrada Silvia García decidieron no conocer la solicitud de antejuicio que envió la juez del Juzgado Quinto Penal, Judith Secaida.

Las actitudes de Silvia Valdés Quezada son más que convincentes en el sentido de que está comprometida con el Pacto de Corruptos, pues todas sus acciones apuntan hacia esa dirección, por lo que su permanencia en la presidencia de la CSJ, es sumamente peligrosa para la instauración de un verdadero Estado de Derecho y para la vida democrática del país.