SIN TAPUJOS
Algunos me han inquirido si continuaré con mis artículos sobre los partidos políticos porque les ha parecido interesante estar al tanto de lo que son las organizaciones políticas en su esencia para poder hacer comparaciones en lo que deben ser, cómo son en realidad los partidos políticos y cómo cuál es su desenvolvimiento en nuestro medio.
Mi intención era analizar sucintamente a algunos partidos que consideré que eran importantes para ponerlos de ejemplo, pero sinceramente no encontré a ninguno que llene las expectativas de los ciudadanos, porque como lo indiqué en algún momento, los partidos deben funcionar todos los días del año, antes y después de las contiendas electorales, pero no es así, ejecutan actividades solo cuando están por realizarse las elecciones.
Unos más que otros están en plena campaña anticipada, la cual han disfrazado como «actividades de capacitación y de afiliación», contraviniendo a la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP) artículo 196 literal a), no se permite ejecutar actividades proselitistas hasta que no se convoque a elecciones, dicha convocatoria está programada a realizarse en enero del 2023. Si los aspirantes a cargos de elección popular se pasan por encima de esta ley, ¿Qué podemos esperar de ellos si llegasen a ocupar el puesto que están ansiando?
A mi parecer la mayoría de partidos políticos no tienen una plataforma ideológica-política; se han formado alrededor de una persona, porque ha ocupado algún cargo dentro de la administración pública, porque ha sido diputado o tiene harta lana para comprarlo, y esto según ellos, les permite ser candidatos a la presidencia de la República sin tener las credenciales necesarias para llegar a ese puesto. También los partidos políticos se han convertido en mercados cobrando altas cantidades de dinero para ocupar los primeros lugares en las casillas de las papeletas para diputaciones, como también para los candidatos a las alcaldías municipales.
No me cabe en la cabeza, que quienes aspiran al cargo más alto de la nación, sean los primeros en violar las normas jurídicas, en este caso la LEPP, pues la misma normativa es clara al especificar que no se puede hacer campaña hasta que las autoridades electorales no convoquen a elecciones generales. Desafortunadamente el Tribunal Supremo Electoral (TSE) se sigue haciendo el pendejo en llamar la atención y mucho menos en sancionar a los supuestos postulantes a elección popular que descaradamente están haciendo campaña anticipada, pues no creo que se estén dedicando a la actividad de estar capacitando a los afiliados o invitando a inscribirse a su partido político, y si así lo están haciendo, que mal, porque no es actividad de ellos, sino de otros miembros de la organización. Los presumibles pretendientes a la guayaba tendrían que andar en otras actividades de mucha mayor importancia como preparar su plan de gobierno entre otras, que andar capacitando, entonces que no nos vengan con pajas porque lo que están haciendo es pura campaña adelantada.
El diputado Manuel Conde Orellana, quien siendo secretario general del PAN, es el aparente candidato oficial del partido VAMOS, y por ello acompaña a todos los actos a Alejandro Giammattei, cuando como legislador no es su función el estar alabando las “grandes” obras que está realizando este desgobierno, pues su función como diputado es la de fiscalizar, y resulta absurdo que siendo el máximo dirigente de su partido, esté haciendo actividades de capacitación y de afiliación en el partido oficial.

Al centro, Manuel «El Negro» Conde.
También está Miguel Martínez, exdirector del extinto Centro de Gobierno, una persona muy allegada al mandatario, realizando mítines -como el que llevó a cabo en el Estadio del Ejército, donde cientos de personas fueron acarreadas- para “afiliación y capacitación”. También han estado en esas actividades de campaña adelantada solapada Zury Ríos, Roberto Arzú y Sandra Torres, pero el TSE ha hecho un mutis absoluto sin decir nada al respecto.
¡No nos van a callar!