Algunas personas no reconocen los méritos profesionales de quienes han servido a Guatemala con profundo sentido de servicio y sin ánimo de enriquecimiento, no profundizan en los aspectos que dan significado y valor a la vida, y se fijan en insignificancias y embustes.

Me refiero a las actuaciones que ha desempeñado María Cristina Fernández García, quien posee una extensa hoja de vida que no alcanza el espacio para señalar los logros alcanzados en su recia carrera profesional.

Graduada de abogada y notaria en 1999 de la Universidad Francisco Marroquín (UFM), con cursos de: Especializaciones en Derecho Internacional y Comercial, en Suffolk University USA; Estudios Avanzados e Investigación Fellow Weatherhead Center for International Affairs Harvard University USA; maestría en Derechos Humanos, URL; Curso de Formación para aspirantes a Jueces de Primera Instancia, Escuela de Estudios Judiciales del Organismo Judicial, entre otros más.

En el ejercicio profesional ha servido como magistrada suplente de la Corte de Constitucionalidad (CC); magistrada presidente de la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones de lo Civil y Mercantil; juez Segundo de Primera Instancia de lo Civil; juez Quinto de Primera Instancia de lo Civil y juez de Primera Instancia Suplente.

Además, es una profesional que, como magistrada suplente de la CC, se destacó no solo por sus actuaciones apegadas a Derecho, sino porque siempre mantuvo una postura de independencia, dignidad y honestidad, alejada de magistrados cautivados por la corrupción.

Ella podría ejercer su profesión liberal con mucha entrega y capacidad, pero ha decidido servir a su país con dedicación y esmero a través de las distintas judicaturas, es muy desalentador que sea agredida en su integridad por personas sin escrúpulos, como también han sido otros funcionarios de la administración de justicia, el magistrado De Mata Vela y la jueza Ericka Aifán, así como otros más.

*Este artículo fue publicado originalmente en Nuestro Diario el sábado 11 de julio de 2021.