SIN TAPUJOS
Revisando mis recortes de prensa sobre lo más importante del acontecer en el país, realmente me doy cuenta de que vamos en una picada vertiginosa, que si no nos ponemos -como dicen los patojos- las pilas, Guatemala no saldrá por muchos, pero muchos años, adelante, y cuando digo muchos años, me refiero a que nuestros nietos y bisnietos vivirán en un país maltrecho en total bancarrota, no solo en lo económico, sino en lo social, político y cultural, lo que nos dice que el éxodo de ciudadanos será más fuerte cada vez.
Las personas que se van de Guatemala no son solo los que están en una precaria situación económica, también se van de Guatemala los que tienen posibilidades de darles mejores oportunidades de vida a sus familias, porque Guatemala no ofrece nada y mucho menos un futuro para vivir dignamente.
Estamos perdiendo personas que pueden aportar mucho por sus capacidades intelectuales, porque saben que aquí, no pasan de zope a gavilán.
Ningún gobierno desde la “era democrática” ha ofrecido esperanzas a los guatemaltecos para mejorar en todos los aspectos de la vida, pero desde el régimen de Berger hasta el actual, ha campeado la mediocridad, ineptitud, improvisación, corrupción e impunidad. Las autoridades cada vez llegan más, a extremos de desvergüenza y descaro, los sucios negocios ya no tienen límites, y hasta se ríen descaradamente de la población cada vez que hacen sus porquerías.
Es lamentable ver que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), publicó su informe anual 2021 en donde especifica la situación de los derechos humanos en países de la región. Guatemala aparece a la par de Cuba, Nicaragua y Venezuela, que son los países donde más violaciones a los derechos humanos y ataques a la institucionalidad democrática hay, nos vuelven a poner en la lista negra de violaciones a los DD.HH..
En la evaluación que le hicieron a Guatemala indica “que el país tiene desafíos estructurales que afectan grave y seriamente los derechos humanos, debido principalmente a las acciones estatales que debilitan la independencia judicial”.
La CIDH especifica “el progresivo debilitamiento de la institucionalidad democrática” en el país, las injerencias sistemáticas contra la independencia del sistema judicial, las anormalidades en el proceso de elección de magistrados, como también la afrenta y criminalización de los jueces.
La CIDH también mostró preocupación por los actos de persecución contra exfiscales, exjueces y periodistas, los cuales son causados por altos funcionarios. Aunque esta institución internacional realizó una serie de recomendaciones, como fortalecer la lucha contra la corrupción, lo más seguro que dicha recomendación se la pasaran por un tubo, porque este desgobierno lo que menos le interesa es el combate a esa podredumbre, además, no se hacen el harakiri.
Por otro lado, el Centro de Investigaciones y Estudios Sociales y Económicos de Centroamérica (CIESCA) realizó un monitoreo en el que Guatemala es de los países con más altos precios en combustibles, el galón de gasolina super antes de que entrara en vigor la ampliación del subsidio aprobado por el Congreso de la República, estaba a Q 43.39, ahora está en Q 38.89. En comparación con El Salvador, la gasolina super en este hermano país está a Q 33.03, o sea una diferencia de Q 5.86.
Es inaudito esa diferencia tan marcada que hay entre Guatemala y los demás países de la región, porque nosotros tenemos el mercado más grande con el resto de los países. Las interrogantes del impacto de subsidios para los consumidores señalan que es un beneficio para los importadores más que para el usuario. Una de las propuestas ha sido exonerar de impuestos los combustibles, para trasladar esa reducción al consumidor final, pero claro, al desgobierno no le trae cuenta exonerar el impuesto en lugar del subsidio, porque dejarían de obtener altas ganancias en sus perversos negocios.
El sexto Informe Mundial sobre Crisis Alimentaria puntualiza que Guatemala se mantiene como el segundo país con mayor riesgo alimentario de Latinoamérica y el Caribe, por el número de personas en crisis o en peores condiciones con 2.5 millones. Solo estamos por debajo de Haití que ocupa el primer puesto con 3.2 millones de habitantes en crisis alimentaria, nos sigue Honduras con 2,3 millones, después sigue El Salvador y por último Nicaragua.
Esto no nos causa sorpresa, porque no es la primera vez que Guatemala se agencia el segundo lugar, pues en 2021 también la Red Mundial contra la Crisis Alimentaria también colocó a Guatemala en el segundo puesto.
Es triste en realidad, que Guatemala ocupe los primeros lugares en todo lo negativo, ojalá cambiáramos a aspectos positivos, pero en las autoridades gubernamentales no se ve la voluntad política por mejorar las condiciones de la población, se han dedicado a ordeñar al país, sin importarles un comino la situación del guatemalteco. Ya estamos hartos de tanto saqueo a nuestras arcas nacionales, ¿hasta cuándo vamos a seguir tolerando estas desgracias y dejar de ser únicamente observadores y criticones a través de las redes sociales? ¿Cuándo vamos a poner un hasta aquí a todos los desmanes de la corrupción galopante y estar consintiendo los gobiernos corruptos?
Usted estimado lector tiene la palabra.

Fotografía de Carlos Alonzo