La Ciudad de Guatemala es una urbe que crece desordenada, sin transporte público eficiente, con un sistema de alcantarillado obsoleto y un manejo de desechos que desborda los vertederos. Es curioso que en estos dos siglos de vida independiente, jamás hemos tenido una alcaldesa; ni por asomo una buena candidata que conozca los problemas de la ciudad.

Fotografía de Carlos Hernández Ovalle
La municipalidad capitalina se ha convertido en feudo familiar que contrata como asesores solamente a los amigos, aunque sepan poco de gestión edil. Son muchas las falencias de la gestión unionista. Se les ha señalado de priorizar el ornato, las expresiones culturales, deportivas y los programas clientelares que se intensifican durante las elecciones. Si bien, estos aspectos deben ser atendidos, los temas importantes no son abordados con la seriedad y urgencia que requieren.
En las elecciones pasadas fui invitada a participar como Concejal por un candidato. Pese a los malos antecedentes de algunos miembros de ese partido, acepté por el deseo de conocer y aprender sobre el ambiente electoral, más que por las posibilidades de obtener el puesto. Aprendí que, ante la maquinaria electoral financiada con fondos municipales, es imposible ganar. Ni siquiera Canela que es el eterno candidato y que representa más de lo mismo, con una gran inversión en campaña y una estructura partidaria sólida ha podido superar en votos al Alcalde Quiñonez que llegó por carambola gracias a la enorme estructura electorera de los unionistas. Ellos saben muy bien cómo comprar a esa pandilla de lideresas que manejan los votos en los asentamientos. Pronto veremos a las cuadrillas uniformadas limpiando calles y jardinizando arriates para hacerse notar. También, utilizan a los empleados municipales en su campaña electorera de otras maneras.
Por los estudios sobre gestión pública municipal que he realizado y mis conocimientos de administración pública, hoy he decidido presentarme como candidata a ocupar el cargo de Alcaldesa Virtual. Si, leyó bien. Virtual porque no haré campaña tradicional. No ensuciaré las calles, ni llenaré los postes con mi foto. No pintaré las banquetas ni pagaré para pintar fachadas con símbolos de ningún partido. No pondré anuncios en medios de comunicación tradicionales ni visitaré a las mismas lideresas que visitan todos los candidatos en búsqueda del voto, a los que solo utilizan mientras les sacan almuerzos, láminas y bolsas de alimentos. Al final, siempre terminan votando por los mismos, ya que reciben hasta sueldos por limpiar calles o les ofrecen cargos como promotoras de programas clientelares.

Fotografía de Carlos Hernández Ovalle
Haré mi campaña de forma virtual, por medio de mis redes sociales y las redes de aquellas que se entusiasmen con la idea de tener por fin una alcaldesa conocedora de las necesidades familiares como son el agua, los drenajes, el saneamiento, un buen manejo de basura y todo aquello que afecta la salud de los niños así como entrarle de lleno al problema del transporte urbano.
Finalizo este primer planteamiento diciendo que el TSE puede estar tranquilo ya que mi candidatura no es oficial, no tengo partido, no utilizaré financiamiento porque no gastaré en propaganda. Esta candidatura tampoco es una broma, porque mis planteamientos van en serio para cualquier candidata que desee tomarlos.
La administración actual está plagada de corrupción y ese será el tema principal de mi campaña, pero también abordaré la crítica sobre las prioridades, como son los trabajos cosméticos, mientras se tiene en abandono el alcantarillado; o los gastos superfluos que se derrochan en festivales y carreras, en tanto, el transporte es inexistente y la basura no tiene un manejo adecuado.

Fotografía de Carlos Hernández Ovalle
A partir de hoy compartiré estas inquietudes y soluciones que pueden implementarse por quién logre sacar al clan de la cueva. Repito que la idea es lograr que una mujer se proponga como candidata y logre llegar a la Alcaldía Metropolitana para dirigirla con base en las necesidades de los habitantes de la capital que en su mayoría tienen como encargada de la casa a una mujer que conoce a fondo y en carne propia los problemas y soluciones de su familia y para su comunidad.