La ira implacable de ese Dios vengativo y con aparentes ganas de suicidarse cada vez que contempla su lamentable creación, dejó este fin de semana 63,809 personas damnificadas en este país sin dios, patria ni libertad. Las cifras son de la prácticamente inútil Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), que además reportó 260 personas evacuadas, debido a la celestial pero siniestra temporada de lluvias.
Los departamentos más hechos leña fueron Guatemango, Xela, Chimal, Huehue, Reu, Sololá, Suchi y Toto. 79 viviendas, 6 carreteras y un puente resultaron dañadas. 27 personas fueron albergadas y rescatadas de la muerte otras 8 en el río Cabuz, en San Marcos.
Para acabar de ajustar, las lluvias han provocado el descenso de lahares en al menos cuatro barracas del volcán de Fuego, según informó el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh).
Insivumeh recomendó a la Secretaría Ejecutiva de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) tomar las precauciones del caso, y recomienda a la población mantenerse lo más alejada de las barracas, y tener en cuenta que los descensos de lahares podrían aumentar si persisten las lluvias. Hace tres años, la tragedia del volcán dejó innumerables muertos y desaparecidos, y nos demostró la negligencia de las autoridades que deben responder ante estas catástrofes. El exdirector de la Conred, Sergio Cabañas, fue ligado a proceso por no haber evacuado a tiempo a las comunidades aledañas que quedaron soterradas, pero, lamentablemente, el Juzgado de Sacatepéquez, lo absolvió por supuesta falta de mérito…

Sergio Cabañas. Fotografía de Carlos Sebastián