Fotografía de Ban Vel

A menos de un año de elegir “representantes” existe más duda sobre los alcances de la manipulación del proceso que sobre lo que la gente quiere. Está claro que el sentir social es un ¡basta ya! La corrupción se ha desbordado impidiéndole a la población el acceso a los bienes públicos básicos como educación, con las escuelas cerradas por más de dos años, a la salud pública en trapos de cucaracha, que incluso se da el lujo de “donar” 600 millones para la obra gris corrupta de los amiguetes con las extorsiones y asesinatos al auge, con carreteras colapsadas y un largo etcétera.

El sentir social está claro…

La manipulación tendrá serios efectos para la democracia, al punto que parece estamos asistiendo al funeral en cámara lenta del sistema republicano constitucional que los constituyentes instauramos en 1986. Una larga agonía estos últimos 12 años donde la corrupción ha sido el denominador común.

Con Cortes de “injusticia” usurpadas ya más de mil días. ¿Qué credibilidad les queda para sancionar el proceso electoral? Con un Rector que de magnifico no tiene nada y que tuvo que tomar posesión a escondidas y cuya elección no logra disipar la oscuridad del proceso. ¿Acaso preludio para las elecciones generales?

¿Qué piensa usted que hará la gente ante tanto chanchullo?

Estamos frente a una situación similar a Chile, Perú, Bolivia y Colombia donde las sorpresas se dieron el día de las elecciones ante una población harta de tanta trampa y corrupción de los mismos de siempre.

Acá tenemos al presidente más impopular de la historia democrática que debido a la corrupción manifiesta e incapacidad de la gestión pública, ha generado un rechazo generalizado el cual desafortunadamente no oye, sus “asesores” le pintan la vida en rosa y él cree que goza de la popularidad de Cristiano Ronaldo. Y el candidato identificado con el partido oficial acarreará con el desgaste, no importa cuánto pisto le metan a su campaña. El pueblo les recibirá láminas y dadivas en los mítines y tal vez hasta un billete de 100 el día de las elecciones, pero mayúscula será su sorpresa… La bancada en el próximo congreso del hoy oficialismo será flaquísima al igual que la bancada del partido del payaso pasó a la irrelevancia.

Quienes encabezan hoy las encuestas deben tomar el resultado con un grano de sal. Es irrelevante ya que no es lo mismo ser un político conocido que un político votado. Todos los políticos conocidos tienen un altísimo voto de rechazo, superior al 40%. Además, recordemos que un pueblo oprimido no está dispuesto a emitir opinión ante el temor de represalias, la emitirá el día de las elecciones.

Sin embargo, lo preocupante es que el 60% de la población está compuesta por jóvenes menores de 30 años. Y hay más de 2 millones de DPI sin recoger y sin empadronar. Una clara muestra de la apatía y falta de interés de la juventud en jugar bajo las reglas establecidas. ¿Cuál será la posición final de esta abrumadora mayoría? Recordemos que en Suramérica fue este segmento de la población el que propició el cambio brusco ante tanta insatisfacción con el sistema.

Tenemos que agregar que la forma tradicional de elección por un partido político o por un símbolo ya no sucederá. La gente votará por una persona que transmita el mensaje del cambio. El mensaje del ¡ya basta! Será indiferente que sea de derecha o izquierda, hombre o mujer, civil o militar.

Fotografía de Ban Vel

Estamos frente a una situación donde el 80% de los electores no tiene candidato y su única certeza es que debe haber un cambio drástico. La gente seguirá a quien considere limpio, distinto y radical, en el sentido que ataque las deficiencias del sistema a fondo.

Un personaje totalmente antisistema es lo que la gente busca, sin embargo, estamos frente a una alternativa difícil. ¿Un candidato antisistema que haya jugado bajo las reglas democráticas o un personaje antisistema que considere que esas reglas están obsoletas?

He aquí el peligro…