¿Por qué nadie quiere hablar de los recuperados?

La ministra de Salud, Amelia Flores, en compañía de su equipo de viceministros durante una conferencia de prensa.

Da la impresión que hablar de los recuperados se convirtió en un tabú en Guatemala, con cifras verdaderamente ridículas en comparación al resto del mundo. Y el sábado en la noche salió el ministerio de Salud junto al comisionado anunciando un protocolo para pacientes en casa y ¡oh sorpresa!, un nuevo mecanismo para el conteo de infectados y sobre todo recuperados.

El virus sí se derrota

De esto nadie quiere hablar cuando hay más historias de éxito contra el virus que de fallecimientos. Al momento de escribir estas líneas, en el mundo casi 13 millones de infectados y 7 millones de recuperados, es decir el 54% mundialmente, con casos como Chile con 85% y Rusia 69%.

¿Ya se preguntaron por qué en Guatemala apenas nos dicen que el 13% se recupera? ¿Habrá algún motivo además del médico? ¿Simple mala contabilidad y por eso nuevo protocolo?

¿Acaso es posible que por meses se mantengan activos más de 20 mil casos? ¿Si la recuperación se da en 2 semanas, por que insisten en mantener tanto caso activo? Tenemos más casos activos que Chile y eso que ellos tienen 10 veces más contagiados. Simplemente no es estadísticamente posible dicha situación.

Hace algunas semanas cuando naufragó la política oficial de llevarse a todos al hospital, generando caos en nuestros nosocomios “temporales” y en los permanentes, permanentemente mal equipados eso sí, fue cuando cambio la cantaleta oficial y nos dijeron: “los pacientes pueden recuperarse en casa”.

Aceptaron la derrota

En la historia de la humanidad jamás se ha podido vencer a un virus, y ese es el camino natural, la adaptación. Nuestro sistema inmune debe de conocer al virus y adaptarse. Y el único camino es contagiándonos hasta lograr la “inmunidad del rebaño”.

El virus sí se derrota y hago un llamado a la población a que, así como buscamos noticias mórbidas, cambiemos el enfoque y busquemos buenas noticias “los recuperados”.  Así como el caso de la connotada comunicadora Claudia Méndez Arriaza, que hizo público su proceso de cómo derrotó al virus eliminando el estigma de haber sido contagiada