“¡Huevones buenos para nada que todo lo quieren gratis!, no trabajan o trabajan, pero quieren ganarse todo instantáneamente, son pobres porque tienen mente de pobres, aquí lo que se necesita es ponerse la camiseta y dar una milla extra”.

Fotografía de Jeison Higuita
Exacto, el párrafo anterior evidencia un egoísmo enorme que pueden interpretarse como comentarios defendidos por la clase alta, pero no es así, lo más asqueroso en estos tiempos y quizá en los de siempre, es que los pobres pelean con los pobres, el pobre le roba al pobre, el pobre viola al pobre, los pobres se matan entre sí. Un círculo vicioso que sin importar el presidente constitucional que ocupe el cargo, este seguirá beneficiando a las élites, a sus familias y conocidos también, lo demás son migajas y lo último no es nada, lo cual reciben los campeones en pobreza extrema.
Una actitud desagradable y egoísta es la que se ha consumado en el Congreso de la República, al rechazar la mayoría de los “Padres de la Patria”, un periodo de tres meses para que no pudieran hacer cortes de los servicios de energía eléctrica, agua, telefonía e internet, a pesar de que fuese presentada esta enmienda en tres formas distintas. La aprobación de esta enmienda, seguramente podría ser un ataque a la pobreza en este Estado de Calamidad Pública, si bien ya se han tomado algunas medidas, estas resultan ser de poca trascendencia o beneficio para el 70% de los habitantes del país.
Veamos, el artículo 14 del Decreto número 7 Ley de Orden Público, establece la finalidad del Estado de Calamidad, el cual menciona: “Evitar en lo posible los daños de cualquier calamidad que azote al país… para evitar o reducir sus efectos”. No estamos solo hablando de salud, al leer “cualquier calamidad” incluye a la economía no solo nacional sino la economía de familias enteras, y recordemos que “INVOCANDO EL NOMBRE DE DIOS” se afirma la primacía de la persona humana como fin del orden social y se reconoce a la familia como génesis primario y fundamental de los valores espirituales y morales de la sociedad y al Estado como responsable de la promoción del bien común, en la Constitución Política de la República de Guatemala.
¿Qué pasa con las personas vulnerables en Guatemala? No solo los menores y personas de tercera edad, sino a todas aquellas personas en pobreza y pobreza extrema, el Congreso ha adoptado algunas medidas para estos grupos, “subsidios y facilidades para el pago de obligaciones crediticias”, los cuales son una pena. En España se han tomado medidas más humanas, un Real Decreto Ley de Medidas Urgentes Extraordinarias, prohibió durante un mes (prorrogable) el corte de suministro de electricidad, agua y gas natural a los consumidores vulnerables, vulnerables severos o en riesgo de exclusión social. Lo impresionante de esto fue la solidaridad de las empresas energéticas, algo que en Guatemala está jodido.
Otro aspecto que me asombra es una ayuda que tienen permanente los consumidores vulnerables y consumidores vulnerables severos, denominada “Bono Social Eléctrico”, el cual consiste en un descuento en la factura eléctrica de entre un 25% y un 40%. Esto como mencioné, no solo en el Estado de Alarma en España, sino que en cualquier contexto coyuntural.
En conclusión, en Guatemala no queremos todo gratis, pero debemos atender las necesidades humanas para evitar todo tipo de catástrofe, económica y social. A ustedes diputados del Congreso de la República, ya que parece que les gusta leer la biblia, recuerden:
Así como el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos. (Mateo 20:28)