Desde tiempos inmemoriales el maíz ha estado presente en nuestras comidas y se estima que este cultivo tiene más de 7,000 años acompañando a nuestra cultura. No obstante, la idea de ver una buena película en el cine o en casa y comer palomitas de maíz o poporopos (como tradicionalmente se les conoce en Guatemala) es un poco más reciente.

La tradición de comer poporopos en las salas de cine inició hace casi 100 años en Kansas City, Estados Unidos, cuando Julia Braden instaló un puesto de poporopos en el vestíbulo de un teatro en donde se proyectaban películas.

Si dentro de sus posibilidades no está ir al cine para celebrar este día como corresponde, bien puede adquirir unos poporopos de microondas y disfrutar de su película favorita desde la comodidad de su hogar, esta variante más práctica fue inventada por Perry Spencer en 1945.

 

Aquí los conocemos como poporopos, pero las palomitas de maíz se reciben nombres bastante diversos en otros países de Latinoamérica:

  • Argentina: pochoclo.
  • Paraguay: pororó.
  • Perú: canchita.
  • Puerto Rico: rosetas de maíz.
  • República Dominicana: cocaleca o rositas de maíz.
  • Uruguay: pop.
  • Venezuela: cotufas.
  • Brasil y Bolivia: pipoca.
  • Chile: cabritas.
  • Colombia: crispetas.
  • Ecuador: canguil.