FOTOGRAFÍAS DE DANILO RAMÍREZ

La educación influye directamente en la felicidad de las personas, hace que la gente se sienta realizada y trabaje en lo que le gusta.

La educación es la base para una sociedad justa, igualitaria y autosuficiente. Por lo anterior, la ONU proclamó el 24 de enero como día internacional de la educación.

La educación es esencial para incrementar la productividad de las personas, lo que a su vez producirá un crecimiento económico. Pero más importante aún, la educación hace que la gente trabaje en lo que le gusta y en lo que es buena.

La educación afecta directamente la felicidad de las personas, una persona realizada es una persona feliz. Además, la educación ayuda a erradicar la pobreza y el hambre, contribuye a mejorar la salud, promueve la igualdad de género y puede reducir la desigualdad. En definitiva, hace sociedades mejores.

El lema en el cuarto año que se celebra Día Internacional de la Educación es “cambiar el rumbo, transformar la educación”. Es evidente que este tipo de conmemoraciones deben hacer eco en países como el nuestro en donde los niños y jóvenes llevan casi dos años lejos de las aulas y donde el gobierno, los maestros y especialmente los sindicalistas parecen no tener intención de volver a clases presenciales.

Fotografía de Danilo Ramírez

Recientemente, el ministerio de Salud Pública anunció que modificará las restricciones sanitarias vigentes por la pandemia de Covid-19, para que, sin importar el nivel de alerta en cada municipio, las escuelas y colegios retomen las clases presenciales y sea decisión de los padres de familia si mandar o no a sus hijos a los centros educativos.