PARTICIPACIÓN POLÍTICA
El último artículo del 2022 estuve compartiendo lo que se entiende por el principio del Bien Común como fundamento ideológico de un partido político, ahora quiero compartir algunas ideas sobre la expresión de este principio en la política. Estoy convencido de la importancia de este tema por cuanto que estamos en año electoral y de algún modo tanto los políticos que buscarán su reelección, así como los nuevos candidatos y los magistrados del Tribunal Supremo Electoral, deberían estar con plena conciencia sobre lo que significa el proceso para la vida de las personas y del futuro de la sociedad guatemalteca.

Fotografía de Daniele Volpe
El Tribunal Supremo Electoral -TSE- debe cumplir lo que la magistrada expresa en los anuncios publicitarios que realiza a través de los medios de comunicación. Porque sin efectivas garantías de un proceso electoral transparente es una violación de los derechos fundamentales del ser humano, no cabe realización alguna del Bien Común si no se garantiza la expresión de una práctica de la democracia participativa, porque decae el perfeccionamiento continuo de la comunidad en la búsqueda de su bien propio. La justicia social se promueve mediante la participación de todos en la definición, construcción, realización y disfrute del bien común; su definición en común es lo que constituye la democracia participativa el cual descansa en principio sobre los magistrados del TSE.
Los políticos deben entender que la justicia es dar a cada quien lo suyo, lo que le pertenece según sus fines existenciales. Por lo tanto, los bienes comunes han de generarse y disfrutarse con equidad. Cuando la política no está orientada al Bien Común pierde su rostro humano. En cambio, cuando se ejerce con miras al orden y la justicia en el Estado, comprende el bienestar de las personas en comunidad que se asocian por causa del beneficio mutuo y para el goce de derechos y la realización de obligaciones. El Bien Común permite desplegar las fuerzas de las personas y comunidades al máximo, con el fin de alcanzar su propia perfección en un marco de justicia social. Por lo tanto, no es ético hacer ofrecimiento demagógico, ofrecer lo que el Estado con instituciones débiles y recursos limitados no cumple es una falta a la dignidad y un atropello a la inteligencia del ciudadano.
Es sumamente importante ver si en el plan de gobierno que presenta un partido político, está integrada la participación tangible de la comunidad. Porque al interior de una comunidad, el bien estar consiste en tener condiciones de un modo más humano de vivir. El ser humano es un todo, pero es, vive y está, en el seno de una realidad humana más amplia, que es la sociedad, donde se realiza a través de diversas comunidades. El bien humano es algo más que la simple plenitud de la vida biológica y diferente del crecimiento económico y el bienestar material: es la humanización de las condiciones materiales del vivir. Por lo tanto, el individuo se constituye en sujeto activo dentro de su comunidad, que el político no sólo debe respetar sino potenciar para que juntos, individuo, comunidad y sociedad sean corresponsables en la creación de las condiciones para el bien estar.

Fotografía de Daniele Volpe
La realización del Bien Común es la razón misma de ser de los poderes públicos, son los que están obligados a llevarlo a cabo, de manera subsidiaria, junto con personas y comunidades intermedias, de esta forma, el bien común está constituido por un conjunto de condiciones mínimas necesarias, de bienes públicos que, sumados y en armonía, facilitan condiciones para una vida digna de las personas, en otras palabra que vivan a plenitud el bien ser, el bien hacer y el bien estar, garantizando que las generaciones por venir también tengan acceso a estas posibilidades.