
Fotografía de Fernando Chuy
Con gran publicidad, el gobierno ha iniciado la celebración del Bicentenario de la Independencia de manera aislada del resto de Centroamérica, sin contar con que la fecha conmemora un acontecimiento de la región. En tiempo de crisis económica, el derroche de dinero ya está programado, en Xela querían construir un parque conmemorativo por valor de Q 25 millones (tuvieron que retractarse luego del rechazo generalizado de los vecinos), se impulsará el remozamiento de monumentos y parques; se tienen programadas fiestas, ferias, luces, fuegos artificiales, programas artísticos, cambios en la forma de cantar el himno nacional, etc. Una conmemoración superficial, en la que para nada se tomarán en cuenta los grandes problemas estructurales que padece el país, y que se originaron desde la época colonial. Será una forma de maquillar una fiesta, que no representa los intereses ni las necesidades de la mayoría de la población guatemalteca. Surgen las interrogantes: ¿Qué significa la independencia para las mayorías de población empobrecida guatemalteca? ¿Independencia para quiénes?
¿Por qué en Guatemala, la independencia se produjo, sin enfrentamiento armado? Napoleón Bonaparte invadió España, y en sus colonias se produjo un profundo vacío de poder. Al perder los españoles el control económico, político y militar de sus colonias; la independencia fue una lucha de poder entre Conservadores y Liberales, las clases económicamente dominantes. Ello explica por qué para la independencia se produjeron conspiraciones entre estos grupos políticos. Los bandos independentistas, lucharon entre ellos, por imponer su ideología y su régimen político, así como apoderarse de las riquezas y tributos que se entregaban a la corona española.
La independencia se produjo de acuerdo a los intereses conservadores, que al final fueron los vencedores temporales sobre los liberales en la vida independiente. Los criollos se lograron consolidar, enarbolando la bandera de su emancipación de España, pero tal hecho solo favoreció a ese grupo de poder, en el cual sobresalían los terratenientes, no del pueblo pobre y explotado, no de los indígenas y mestizos.
Conservadores y Liberales, fueron producto del mismo sistema colonial, discriminador y explotador, del cual se erigieron en clases dominantes, respecto a la situación de los indígenas. Los dos bandos se erigieron sobre su explotación. Para los criollos, lo importante era conservar del control sobre la fuerza de trabajo indígena. Para los pueblos originarios y ladinos pobres, la explotación colonial siguió a la orden del día, el único cambio que vieron estos, fue que los grupos locales dominantes, y no los españoles, se apropiaban del producto de su explotación. Los pueblos que constituyen la nacionalidad guatemalteca, desde la época colonial, siguen siendo sometidos, explotados, marginados, excluidos, y criminalizados.

Fotografía de Fernando Chuy
La independencia es una celebración de las familias oligarcas, que, desde la Colonia, sentaron las bases de su dominio. Crearon su propio Estado, con el cual y desde entonces, han gobernado Guatemala garantizando sus privilegios e intereses. La Constitución Política y el Derecho en general, es la voluntad política de estas clases transformadas en máxima ley. Por sus características los analistas colocan a ese Estado como atrasado, subdesarrollado y obsoleto. En un falso patriotismo, por el que se debe llegar al máximo sacrificio, se rinde culto a sus símbolos y a su historia. Patriotismo que no es el mismo que el de los pueblos originarios, ni de la sociedad en general. Actualmente, Guatemala es un país dependiente de Estados Unidos, cuyas empresas trasnacionales han invadido todas las esferas económicas, políticas, de seguridad, militares, comerciales y culturales del país.
La economía atrasada, sostenida por las remesas de los migrantes, es reflejo del carácter conservador de la oligarquía y la burguesía. Persiste el ancestral problema agrario que sigue sin ser resuelto para los campesinos. Los terratenientes modernos, descendientes de las familias criollas y algunos extranjeros, dueños de las mejores tierras, impulsan monocultivos, desarrollando siembras extensivas de productos para la exportación. Estos productos no son alimentos, como el café, la palma africana, la caña de azúcar, el cardamomo y antes fue el algodón, esto, en una sociedad que sufre de hambruna y desnutrición infantil crónica.

Fotografía de Fernando Chuy
Se acumulan problemas como la extracción de minerales, la falta de políticas públicas en beneficio de las mayorías como la salud, la educación, la vivienda, la seguridad, el desempleo, la infraestructura, el agua, la energía eléctrica. En esa dirección, se acumulan las crecientes demandas a un Estado debilitado, fallido, y cooptado por el crimen organizado. Sin poder brindar los servicios básicos, donde se está ausente de las comunidades más necesitadas, y en esa dinámica se podría llegar al Tricentenario o más. La independencia aun no culminada, constituye una aspiración de las mayorías empobrecidas, de la población más necesitada; una patria por la que aún se debe luchar intensamente, para lograr su emancipación, por su única, irrenunciable y verdadera independencia.
Independencia significa restaurar no seguir esclavizados a costumbres que no hacen crecer a un pais. Guatemala realmente debería de tener un gobierno s.a. de c.v para mejorar en ámbito económico, político, religioso,etc. Y no seguir pensando en fiestas y actividades no productivas sino en mejoras s.a. de c.v. ser mas productivos de cuenta con excelente recurso natural. Luces por dios ni impuestos pagan en aduana esas luces, así como muchas cosas….
Muy buen articulo Arnoldo. Recomiendo a todos checar en YouTube la pagina gAZeta, la entrevista sobre este tema del Bicentenario. Complementa tu caso. Un abrazo.