La Comisión de Salud citó este lunes al Congreso de la República al nuevo ministro de Salud, Francisco Coma para indagar sobre los avances en el plan de vacunación nacional en el interior de la república. Las alarmas de la ciudadanía se dispararon desde la semana pasada cuando 11 trabajadores del MSPAS fueron retenidos por pobladores del municipio de Fray Bartolomé de las Casas en Alta Verapaz.
La reacción visceral del presidente Giammattei no se hizo esperar señalando que su gobierno no invertiría un “cochino” centavo en esas comunidades. Lo que quedó en evidencia luego del lamentable incidente donde los trabajadores de la salud fueron retenidos durante más de 7 horas es la frágil gobernabilidad que el Estado de Guatemala puede ejercer en las regiones que se alejan de la capital.
Al ser cuestionado al respecto, Coma refirió que existen casi 200 comunidades en Alta Verapaz que se resisten a ser vacunadas. El ministro señaló que el principal foco de resistencia tiene que ver con el rumor que se ha esparcido sobre que las inmunizaciones llevan el virus. Muchos pobladores temen contagiarse de esa manera y morir por lo que se han tornado muy agresivos hacia los trabajadores de salud.
El ministro de Salud no especificó una cifra sobre las comunidades en todo el país que han manifestado su rechazo a vacunarse, pero calculó que podrían ser entre 300 y 400 lugares donde la población no quiere recibirla. Ante esto, Coma anunció que implementarán campañas de información sobre la importancia de vacunarse contra el Covid-19.
Algunos analistas coinciden en que la desconfianza de las comunidades hacia las iniciativas salubristas del gobierno para combatir el Covid-19 podrían estar relacionadas con el recelo de estos pueblos ante las políticas extractivistas de empresas extranjeras que han despojado a las comunidades de sus recursos naturales y que además viene reforzada por la política poco transparente de Giammattei para adquirir las vacunas y el mal manejo del presidente de la crisis sanitaria.