SIN TAPUJOS

A mi correo llegó la siguiente información que me causó indignación, pero antes de publicarla verifiqué si la misma era auténtica y para mi asombro, la información que estaba recibiendo era verídica. La desfachatez con que se están haciendo las cosas en nuestras narices es inaudita. A continuación, transmito lo que sucedió en las instalaciones del Tribunal Supremo Electoral (TSE).

El jueves 10 de noviembre se celebró una reunión: el IV Foro de Diálogos Ciudadanos organizado por el TSE, en donde participaron algunas organizaciones de la sociedad civil y durante el mismo se presentó el Plan de Prevención de la Conflictividad Electoral.

La agenda que propuso el TSE era una ronda de diálogos y conclusiones, para que cada sector aportara sugerencias desde la plataforma que representaba; la sorpresa de los participantes fue mayúscula cuando la magistrada Blanca Odilia Alfaro quien presidía la mesa, sin decir agua va, alteró el orden de la agenda, dizque por compromisos adquiridos, pero más parece que a la magistrada Alfaro no le gustaron las intervenciones de algunos de los presentes y los comentarios y propuestas que estos hicieron, con ellos parece que tocaron su sensible epidermis.

Blanca Odilia Alfaro cuando tomó posesión de su cargo, juró “defender la Constitución Política de Guatemala y las leyes del país”, sin embargo la togada externó opiniones personales que transgreden el orden institucional y el principio de legalidad que deben revestir todas sus acciones y manifestaciones.

Entre las distintas expresiones manifestadas por la magistrada hay algunas que encendieron las alertas de los participantes y que deberían alarmar también a toda la ciudadanía guatemalteca,  ya que según su criterio, al momento de emitir el sufragio, los votantes que lo deseen podrán tomar fotografías de la boleta, enseñar cómo votaron; lo dicho por Alfaro es una contravención y transgresión a la Carta Magna, porque violenta el derecho  de la SECRETIVIDAD DEL SUFRAGIO, contenido en los artículos 157, 184 y 254 de la misma.

Blanca Odilia Alfaro Guerra, magistrada del Tribunal Supremo Electoral (TSE)

El comentario al aire de la magistrada Alfaro Guerra, pareciera una insignificancia, pero viniendo de una autoridad que tiene la obligación de cumplir estrictamente la ley y no decir cuestiones antojadizas, nos provoca la reflexión: ¿Qué podemos esperar del proceso electoral? Y esto no es una trivialidad, porque de acuerdo a nuestra idiosincrasia, se pueden imaginar lo que sucederá o para lo que se podría prestar semejante declaración. Esto permitiría y  violentaría el voto secreto. Le estaríamos poniendo en bandeja de plata a todos esos partidos inescrupulosos y personas con riquezas ilícitas manipular el derecho al voto, por playeras, gorras, bolsas solidarias y ya no digamos, la compra del voto por dinero, eso sería catastrófico, atentatorio contra la democracia y más que resulte de la invisibilidad a la Constitución y el incumplimiento de deberes por quienes tienen la obligación de ser garantes de que el proceso electoral se lleve a cabo de forma democrática, SIN AMAÑOS, ni malas prácticas inescrupulosas, sin triquiñuelas; que al perecer es el pensar de nuestra “ilustre” magistrada, lo que no solo resulta una opinión irresponsable y de materializarse en una acción antijurídica.

Lo peor del caso, es que se molestan cuando se habla de fraude, y han pedido que no se hable de ello, pero la pauta la han dado ellos con sus actitudes prepotentes, irresponsables y abusivas como las insinuaciones dadas por la licenciada Blanca Alfaro, que no nos ofrecen mayores esperanzas de que las elecciones vayan a ser cristalinas, democráticas e imparciales.

¡NO NOS VAN A CALLAR!

El correo de don Valery: [email protected]