El exdiputado del desparecido Partido Patriota, Gudy Rivera recuperó en días recientes su libertad luego de ser beneficiado por el Juzgado de Ejecución Penal. Ahora ya no tendrá que pagar con cárcel los dos años que le quedaban de condena, gracias a la solicitud de redención de penas a cargo de su defensa. El Ministerio Público dirigido por Consuelo Porras no presentó ninguna oposición tras el fallo.

Rivera había sido condenado a 13 años de prisión luego de ser encontrado culpable por el delito de tráfico de influencias y cohecho activo cuando intentó negociar la reelección de la magistrada Claudia Escobar en la Sala de Apelaciones a cambio de una resolución que beneficiara a Roxana Baldetti, sin embargo, Rivera no contaba con que la profesional del derecho estaba grabando la conversación y ella posteriormente lo denunció.

En palabras de la jurista Claudia Escobar, la liberación de Rivera corresponde a una estrategia orquestada desde el Ministerio Público donde la Fiscal General descaradamente “…rescata a sus aliados delincuentes de la justicia.” Para cerrar su mensaje en redes sociales, Escobar escribió: “los corruptos pueden dormir tranquilos”.

A criterio de distintos analistas políticos, la liberación de un mafioso del calibre de Gudy Rivera marca un pésimo precedente en la justicia guatemalteca. Ahora las resoluciones se irán dando de acuerdo a los intereses de quienes controlan las estructuras del sistema justicia y no estarán apegadas a derecho para velar por la correcta aplicación de la ley. Aquellos que estén en capacidades de traficar influencias recuperarán su libertad fácilmente, mientras quienes no cuenten con los contactos necesarios tendrán que cumplir sentencia.

Según el MP, no presentaron ninguna objeción al fallo que ordenaba liberar a Rivera porque este presentó buena conducta durante los 5 años que estuvo cumpliendo condena. Gudy no debería cantar victoria del todo ya que todavía tiene una cita pendiente con la ley programada para el 23 de noviembre del año en curso por su posible vinculación en el caso conocido como “Asalto al ministerio de Salud”.